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sábado, 3 de septiembre de 2011

Martín Bonfil Olivera: El placebo militar

Cuatro, sí, con ésta ya son cuatro las columnas en Milenio que el divulgador de la ciencia Martín Bonfil Olivera ha dedicado al detector molecular GT200, cosa que junto con sus participaciones en radio y televisión lo convierten sin duda en el periodista mexicano que más empeño ha demostrado en exponer este peligroso fraude.

Que no es tenga mucha competencia que digamos...

Como es costumbre, la copio aquí, recomendándole lea también la versión ampliada que publica en su blog.

A.T.
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El placebo militar
La ciencia por gusto / Martín Bonfil Olivera
2011-08-31 • Tendencias

Los placebos son útiles si sólo se busca sentirse bien. Pero resultan peligrosísimos si se confía en ellos para solucionar problemas reales.

En el marco de la guerra contra el narco y las tragedias que han ensombrecido a nuestro país en los últimos días, resulta incomprensible que el gobierno federal y las fuerzas armadas sigan confiando en el fraudulento e inútil “detector molecular” GT200, comercializado por la empresa distribuidora SEGTEC.

El aparato pretende detectar a distancia “narcóticos, explosivos, armas y numerosas sustancias más” (sic). No sólo se sabe que tal cosa es imposible; los detectores, que valen de 20 a 30 mil dólares, por dentro están completamente huecos. Son simples varitas de zahorí: su antena, que gira libremente y debería apuntar hacia la sustancia buscada, obedece en realidad al efecto ideomotor, guiado por los movimientos inconscientes del usuario. Su inutilidad ha sido confirmada por gobiernos de otros países, como Tailandia, y en marzo de 2010 el gobierno británico previno al mexicano en contra de su uso.

El papelón que nuestras autoridades están haciendo debido a esta estafa está dejando de ser ridículo para volverse peligroso. El diario AM, de Guanajuato, informó de una falsa alarma el 28 de agosto en el Cinvestav de Irapuato, cuando un examen con el GT200 indicó erróneamente que un paquete recibido contenía explosivos. Si un falso positivo causó pánico, un falso negativo —no detectar un explosivo real— es una tragedia esperando ocurrir.

La prensa ha sido lenta en responder, pero el 29 de agosto El Universal señaló el fraude. Y ya era hora, porque el GT200 se usa también, según denuncia la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para allanar ilegalmente viviendas y “construir la flagrancia” que justifique el hecho. Desgraciadamente, la CNDH no reconoce al GT200 como el peligroso timo que es, sino que da por supuesto que funciona… ¡Les urge asesoría técnica!

Si el gobierno continúa confiando en varitas mágicas para combatir el crimen, estará haciendo no sólo el ridículo, sino poniendo en peligro a la población civil y a las fuerzas armadas que ha enviado a protegerlas. Necesitamos inteligencia, no placebos.

lacienciaporgusto.blogspot.com

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